Historia placa fachadaLa creación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas trajo consigo, al amparo del Patronato José María Quadrado, el renacimiento y proliferación de los centros de estudios regionales. En este contexto, a iniciativa de la Diputación Provincial (entonces de Oviedo), surge la creación del Instituto de Estudios Asturianos, que responde a la necesidad y al deseo de contar en Asturias con un organismo público ―dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, aunque sometido, por razones obvias, a la tutela económica de su impulsora, la Diputación―, cuya finalidad fuera la investigación y la conservación del acervo cultural de la región.

Así, la Comisión Gestora de la Diputación, en sesión de 2 de junio de 1945, acuerda la creación del Instituto, expresamente dedicado a la investigación y estudio, a la edición de publicaciones, la enseñanza y la divulgación de la cultura asturiana en su más amplio sentido.

Ignacio Chacón Enríquez, en aquel momento Presidente de la Diputación Provincial, encomendó a Fernando Valdés-Hevia y Vigil-Escalera la preparación de unos estatutos rectores, que fueron presentados con inusitada rapidez y aprobados por su Comisión Gestora el día 10 de octubre de 1945. En el mismo acto se nombraba a Fernando Valdés-Hevia Secretario General de la Institución. Los estatutos aprobados, en ejecución del convenio existente, fueron elevados al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyo Consejo Ejecutivo los refrendó el 24 de noviembre del mismo año.

La Diputación Provincial, por su parte, nombró el día 15 de noviembre a Sabino Álvarez-Gendín Blanco, a la sazón Rector Magnífico de la Universidad de Oviedo, como Director del recién creado Instituto, y el 30 de enero de 1946 acuerda la designación de los primeros miembros de número, que resultan elegidos entre las más destacadas personalidades del ámbito social e institucional asturiano del momento, procurando abarcar la más amplia extensión del saber. Igualmente, se acuerda designar Presidente de Honor a José María Fernández-Ladreda y Menéndez-Valdés, por aquel entonces Ministro de Obras Públicas.

Historia

El día 16 de junio de 1946 tiene lugar en el salón de sesiones del Palacio Provincial una reunión de miembros para preparar la constitución formal del Instituto. En esta reunión, Ignacio Chacón, como Presidente de la Diputación Provincial y, por lo tanto, del propio Instituto, dio cuenta del curso de las obras que estaban siendo llevadas a cabo para establecer su sede en Oviedo, en la calle San Vicente, n.º 3, así como de la creación de la medalla académica para los miembros numerarios, cuyo diseño había sido realizado por el pintor Paulino Vicente.

Por fin, el día 4 de agosto de 1946 se celebró en el Palacio Provincial la solemne constitución del IDEA, bajo la Presidencia de Honor de José María Fernández-Ladreda y Menéndez-Valdés. Los actos dieron comienzo con una misa celebrada por el padre Hermosilla, capellán del Instituto, e intervinieron en la sesión celebrada a continuación el Presidente del Instituto, el Director y el Presidente de Honor. En el curso de esta solemne sesión se procedió, igualmente, al juramento de los miembros numerarios y a su investidura mediante la entrega del título y de la medalla académica.

Como ya ha quedado indicado, el Instituto se ubicó, inicialmente, en la calle San Vicente, pero su sede fue trasladada en 1957 al antiguo Palacio del Conde de Toreno, en la plaza de Porlier, donde continúa actualmente.

Inicialmente, la Presidencia del IDEA la ostentaba, con carácter nato, el Presidente de la Diputación Provincial. Igualmente, los directores, también con carácter nato, lo eran los rectores de la Universidad. Esta situación, sin embargo, cambia a partir de la entrada en vigor de la Ley 7/1988, por la que se reorganiza el Instituto de Estudios Asturianos, que supone un cambio sustancial de los órganos de gobierno: desaparece la Presidencia nata del organismo, y la Dirección, al igual que en otras corporaciones académicas de raigambre nacional, se hace electiva por cooptación entre los miembros permanentes de número. Se conserva, no obstante, la prerrogativa de que, en caso de asistencia a las sesiones del Consejo General, la Presidencia sea desempeñada por la persona titular de la Consejería de Cultura (o Consejería a las que se adscriban estas competencias) del Principado de Asturias.

Desde la entrada en vigor de esta reforma, los directores del organismo han sido elegidos por y entre los miembros de número: Jesús Evaristo Casariego, Francisco Tuero Bertrand, José Luis Pérez de Castro, Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar y Ramón Rodríguez Álvarez, actualmente en el cargo.

Hito importante en la vida del IDEA fue la aceptación por la Casa Real de España del nombramiento del entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia, como Presidente de Honor de la Corporación, cuya toma de posesión del cargo se realizó, solemnemente, el día 9 de octubre de 1991 en el curso de una detenida visita a la sede corporativa. Con tal motivo, el a la sazón Rey de España, Juan Carlos de Borbón, con fecha 8 de febrero de 1992, concedió al Instituto el título de Real que hoy ostenta.

Desde su creación han pertenecido al IDEA, hoy RIDEA, las más eminentes personalidades científicas y de mayor relieve intelectual relacionadas con Asturias, como lo prueba, sin ánimo exhaustivo, sin orden preestablecido y a título únicamente ejemplificador, la siguiente enumeración: Ramón Menéndez Pidal, Claudio Sánchez Albornoz, Helmut Schlunk, Fritz Krüger, Severo Ochoa, Ramón Pérez de Ayala, Juan Uría Ríu, Emilio Alarcos Llorach, Antonio García Bellido, Ramón Prieto Bances, Evaristo Valle, Víctor Hevia, Antonio Floriano Cumbreño, Constantino Cabal, Manuel Fernández Avello, Melquíades Cabal, José María Patac de las Traviesas, Raúl Arias del Valle, Francisco de Tuero Bertrand, Paulino Vicente o Nicanor Piñole, además de un otro largo etcétera no menos interesante.

El Real Instituto de Estudios Asturianos es, hoy, el organismo de mayor raigambre en cuanto atañe al acervo cultural propio de Asturias.